Circuncisión en niños

Cuando se trata de circuncidar a un recién nacido, es recomendable que los padres tomen la decisión antes del parto, debido a que esta intervención quirúrgica se realiza generalmente dentro de los primeros dos días de vida.
      La circuncisión consiste en retirar la piel que recubre la punta del glande del bebé, dejando así expuesta la cabeza del pene. Y aunque la intervención produce una pequeña hemorragia no requiere de puntos de sutura. La herida se cubre con un vendaje y sana rápidamente, entre ocho y diez días, aproximadamente.
      A diferencia de la circuncisión en adultos, a quienes se les aplica anestesia local, en niños se aplica anestesia general y al término del procedimiento se les da de alta, puesto que no es necesaria la internación hospitalaria.
      Las ventajas de la circuncisión en niños son muchas, incluso más que los riesgos. Entre ellas destacan:

-Menos riesgo a sufrir infecciones en las vías urinarias.
-Menos riesgo de desarrollar cáncer de pene.
-Menos riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual.
-Menos riesgo de cáncer cervical.

      Una vez que el bebé nace es importante que el médico se asegure de que el niño no presenta ninguna enfermedad congénita o problemas de la sangre para proceder con la cirugía. Sin embargo, existen razones médicas que hacen necesaria la circuncisión de un infante. Sobre todo en caso de fimosis, balanitis, condilomatosis y cáncer de pene.
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     El Dr. Ángel Sepúlveda Villarreal es urólogo especialista en circuncisión en niños.