Testículo no descendido

Los testículos se forman en el abdomen del bebé durante su desarrollo fetal. Aún en el vientre de la madre, los testículos descienden de manera gradual hasta tomar su lugar dentro del escroto poco antes del parto.
      Sin embargo, en algunos casos esto no ocurre, y a esta particularidad se le denomina testículo no descendido o criptorquidia.
      Los médicos detectan el problema una vez que el bebé ha nacido y por lo general esperan que la criptorquidia se corrija por si sola durante los primeros cuatro o seis meses de vida del bebé. Si para entonces el testículo no ha bajado, es poco probable que esta afección se corrija por sí misma, y es necesario recurrir a la cirugía.
      Las principales ventajas para la salud del bebé que ofrece el tratamiento quirúrgico son las siguientes:
-En un testículo descendido es menos probable que se formen tumores, evitando así que el niño desarrolle cáncer testicular.

-Ayuda a mantener una buena autoesima en el niño. Un escroto “vacío” suele generar sentimientos de verguenza.
-Un niño con testículo descendido tienen menos probabildades de sufrir hernias inguinales.
-Incrementa la posibilidades de fecundidad en la vida adulta.

      Por lo general, la cirugía por testículo no descendido es ambulatoria, por lo que no es necesario que el bebé sea hospitalizado. El tiempo promedio de recuperación es de una semana.
     Se recomienda que los padres estén atentos ante cualquier cambio en los genitales del bebé, y de notar algo poco común, buscar guía médica con urólogo experto en Monterrey, Nuevo León.
     El Dr. Ángel Sepúlveda Villarreal es urólogo especialista en tratar la criptorquidia.